top of page

Entender la mecánica del corazón consiste en años inmemorables de trabajo, horas eternas de preparación y un cuidado meticuloso en cada detalle. No muchas personas deciden escudriñar en este complejo campo, puesto que tiene muchas implicaciones consigo, pero Jorge Reynolds Pombo tomó el riego y decidió tratar el órgano más delicado del ser humano.

Reynolds nació en Bogotá, el 22 de junio de 1936. Sus padres eran ingleses y al momento en que su hijo se graduó del colegio fue enviado a Trinity College, en Inglaterra, donde se graduó como Ingeniero Electrónico.

Fascinado por la ciencia del corazón oriento sus estudios, junto a Alberto Bejarano Laverde, a un sistema de medición de magnitudes físicas que permitía transmitir los datos obtenidos a un observador lejano para deportistas. Su camino hacia el marcapasos fue inesperado, porque un día sorpresivamente su colega bejarano le insistió en salvar la vida de un sacerdote de Ecuador quien se encontraba al borde la vida y la muerte.

El Doctor Reynolds estuvo en total desacuerdo en probar su prototipo en seres humanos, además de no contar con referencia alguna. Era un ensayo total. En 1958 empujado por su convicción de salvar vidas, de la insistencia de Alberto Bejarano y la profunda amenaza por parte del sacerdote, que si llegaba a fallecer se iría al infierno, entró en un quirófano para revolucionar el mundo.

El arduo procedimiento quirúrgico tardó un poco más de 9 horas, pero fue todo un éxito para el campo de la medicina. Fue una genialidad que estaba en periodo de prueba, y pesaba 50 kilogramos. Jorge Reynolds fue el primero que implantó en una persona un marcapasos externo con electrodos internos.  

Pero la cirugía fue el primer paso para una extensa investigación. Pasaron 6 años y con la llegada de los transistores este invento paso de pesar 50 kilos a pesar dos gramos y poderse colgar en el cuello. Más adelante, gracias a la cirugía ambulatoria se pudo implantar directo en el corazón.  

El marcapasos es un sistema que da impulsos al órgano regulador de sangre, el cual por medio de sodio, potasio y calcio produce que este centro genere electricidad para estimular el corazón. Cuando estos elementos escasean en el cuerpo es necesaria la implementación de un marcapasos.  

En 57 años este aparato ha salvado más de 78 millones de corazones gracias a Reynolds.  Hoy trabaja en el nanomarcapasos y ya cuenta con el primer prototipo funcional y está a la  espera de  las licencias y los permisos para empezar a trabajar en tejidos vivos.

Esta sería una de las primeras veces que la nanotecnología se utilizaría en humanos. Además, la facilidad de su sistema de implantación es revolucionario y apenas se tengan las licencias comenzaran la experimentación con humanos.  

El ingeniero del corazón

Conmemoración de los 55 años del Marcapasos en el centro Comercial Palatino

LA SILLA TURCA

  • White Google+ Icon
  • Twitter Clean
  • Facebook Clean
bottom of page