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SITUACIONES DESTACADAS

Robótica;La realidad aún no supera la ficción

El mundo y contexto en el que vivimos hoy en día nos presenta un innumerable número de situaciones paradójicas en todos los ámbitos de nuestra vida, aunque el estudio y la investigación médica progresa a diario, aún existen problemas médicos severos que no son atendidos como la desnutrición y las enfermedades infecciosas; aunque los seres humanos hemos atravesado un proceso de evolución de millones de años, aún no tenemos la capacidad de crear sociedades en las que acepten las diferencias culturales, raciales y sexuales; cada día se descubren nuevos medios alternativos de proporcionar energía a nuestro mundo, parece que estamos empeñados en acabar con los recursos no renovables del planeta y aunque estamos conscientes de los graves problemas medio ambientales que enfrentamos, todavía podemos ver calles infestadas por basura.

El problema radica en pequeños detalles, y los mencionados son solo algunos ejemplos que justificación una simple premisa: A pesar del imparable desarrollo científico y tecnológico en el mundo, el comportamiento y actitud del hombre es anacrónico para el contexto en el que se desenvuelve, ¿será que estamos tan confiados en la tecnología que pensamos que hasta los más graves problemas del mundo lo resolverán otros algún día? Si la respuesta a esta pregunta es si, lamentablemente estamos muy equivocados.

La robótica es un campo de la ciencia que, aunque ha tenido muchos avances en las últimas décadas, también es muy sobrevalorado, muchas veces por que se confunde con la inteligencia artificial (un campo que está muy relacionado, pero no es exactamente lo mismo) o por la idea que nos dan la televisión y la ciencia ficción. La robótica es el diseño y construcción de entidades mecánicas que tienen el propósito de remplazar la mano de obra humana, en especial en los casos en que la acción del hombre se vea obstaculizada por diversas causas.

Los fenómenos naturales ponen al hombre en situaciones de riesgo que no pueden ser prevenidas ni controladas en su totalidad, esto a pesar de los miles de personas que durante años se dedican a estudiar el movimiento de las capas de la tierra y los fenómenos meteorológicos. La creación humanoides inteligentes parece una opción viable a la hora de salvar miles de vidas humanas a la hora de una crisis ambiental.

El 11 de marzo de 2011 un tsunami y terremoto de magnitud 9,0 azotó durante 6 minutos a la ciudad de Sendai en Japón, olas de hasta 40 metros de alto arrasaron con viviendas y edificaciones además de dejar 15000 muertos y otros miles heridos. Japón es un país industrializado y ejemplo de desarrollo tecnológico y científico para todo el mundo, la catástrofe del 2011 fue solo uno de los sucesos que motivaron a los japoneses y a varios países potencia a impulsar la investigación en robótica.

Años después los avances en la inteligencia artificial han sido bastante significativos, hemos llegado al punto de los softwares inteligentes, eso se puede ver en aplicaciones móviles que interactúan con sus usuarios, programas que pueden jugar ajedrez, encontrar lugares de todo el mundo en cuestión de segundos e incluso proporcionar asistencia jurídica, cada día es más concebible el hecho de que las máquinas nos reemplacen en las tareas que necesitan solo intelecto humano.

Por otro lado, un robot es una combinación compleja entre software y hardware, es decir, necesita programas informáticos avanzados y al mismo tiempo una estructura física adecuada para resistir e interactuar con las condiciones que lo rodean, este último es el mayor de los obstáculos que enfrentar la investigación en robótica; la inteligencia artificial se desenvuelve en un mundo digital en el cual tiene mayor control y autoridad, pero un robot debe subsistir en el mundo real al igual que los humanos. Es aquí cuando la ingeniería aún se queda corta, las capacidades del cuerpo y la anatomía humana, hasta ahora han sido casi imposibles de imitar; tareas tan sencillas como caminar, subir y bajar escaleras, reconocer figuras, entre otras; aún implican un arduo y largo trabajo para científicos y diseñadores.

Y es que un robot aún está lejos de poder entender el mundo de la manera en que lo hacemos los humanos, esa es una capacidad que hemos adquirido gracias a siglos de evolución y así como alguna vez empezamos ese largo proceso, los robots empiezan a dar sus primeros pasos como un bebé que sale de su hogar por primera vez. Aún queda demasiado.

Opinión de Daniel Arévalo

LA SILLA TURCA

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